-Alli estaba ella, mirandose en el espejo, podía ver en su mirada la ilusión que sentía.
Hoy era su gran día, hoy diría 'si quiero' al hombre que había logrado ganar su corazón, hoy sabía que era el momento.
Hubieron momentos anteriores donde llego a pensar que no quería unirse de esa forma a alguien, pero todo venía de alguna experiencia pasada, una época de 'sin sabores'.
Se emocionaba cuando alguien hablaba del tema, hasta incluso se le humedecieron los ojos cuando observaba las fotos de otra pareja.
Pero estaba convencida de que ese era su momento.
Comenzo a vestirse, con la ayuda de su madre y su hermana, el vestido era precioso, blanco roto, con escote en palabra de honor, su color inmaculado le hacía constraste con su bronceada piel..
Llevaba el pelo recogido, dejando caer mechones ondulados por detras, un tocado de rosas blancas lo decoraba.
Bajo su vestido, llevaba unas medias de liguero con encaje, de color champange, y unos zapatos beige que rodeaban sus tobillos.
Se miraba en el espejo y creía estar soñando, hoy era su día, ese día con el que tantas veces había soñado, mientras se miraba al espejo, su madre se aproximo por detrás y le colocó en el cuello una gargantilla de perlas de rio, quedaba tan fino y elegante.
Su adolescente hermana la miraba embobada, quizás soñando que algún día ella podría vestirse así también.
Tocaron al timbre, era su padre, que abajo le esperaba con la carroza de caballos, si caballos! siempre había pensado que era algo muy cursi, pero en el fondo era tan romática..
Bajaron, y avanzaron por la avenida de ese pequeño pueblo donde tanto había jugado de pequeña, la gente casí toda conocida, la saludaba y piropeaba a su paso, al grito de 'GUAPA'... casí se emociona echando a perder su laborioso maquillaje.
Llegaron a la pequeña hermita, y allí le esperaban dentro todos sus seres querídos..y los más importante...aquella persona con quien hábía decidido pasar el resto de su vida.
entro por la puerta del brazo de su padre, el estaba tan elegante, con su traje azul satinado y una corbata verde kiwi que contrastaba con su tez morena y su canoso pelo.
Su madre también estaba radiante, con un precioso vestido azul cobalto y un chal bordado de color negro que cubria sus hombros.
A su paso por el pasillo de aquella pequeña hermita, veía en los ojos de su madre lagrimas que hacían fuerza por salir, y aunque ella intento retenerlas, rodaron por sus mejillas expontaneamente.
Busco entre la gente de los primeros bancos y también pudo ver a su suegra, que como su madre, también se deshacia entre lagrimas de emoción.
y entonces alzo la vista al fondo, y alli estaba el...
Tan guapo con su traje color crema, y su corbata azul cobalto, con esa mirada que tanto le gustaba, realmente ahí ya no pudo contenerse y entre sonrisas derramó varias lagrimas, se sentía tan feliz, era un momento tan indescriptible con palabras..
El, ese hombre que le hacía tan feliz, ese hombre del cual estaba tan enamorada.. él la miraba emocionado tambíen, seguro que pensaba lo mismo que ella.
Por fin dieron 'el si quiero' y entre fotos, lagrimas, sonrisas, y buenos deseos, salieron por la puerta de aquella pequeña hermita, petalos de rosas, rojos y blancos teñian el cielo y la tierra, caían entre ellos, dejando un pequeño alo aromático a rosa fresca.
Montaron en su carroza de caballos, dos preciosos caballos blancos, el la rodeo con un brazo y beso suavemente su cuello susurrando a su oido lo bella que estaba y lo feliz que era.
Te amo, te amo, te amo....te amo.
Hoy era su gran día, hoy diría 'si quiero' al hombre que había logrado ganar su corazón, hoy sabía que era el momento.
Hubieron momentos anteriores donde llego a pensar que no quería unirse de esa forma a alguien, pero todo venía de alguna experiencia pasada, una época de 'sin sabores'.
Se emocionaba cuando alguien hablaba del tema, hasta incluso se le humedecieron los ojos cuando observaba las fotos de otra pareja.
Pero estaba convencida de que ese era su momento.
Comenzo a vestirse, con la ayuda de su madre y su hermana, el vestido era precioso, blanco roto, con escote en palabra de honor, su color inmaculado le hacía constraste con su bronceada piel..
Llevaba el pelo recogido, dejando caer mechones ondulados por detras, un tocado de rosas blancas lo decoraba.
Bajo su vestido, llevaba unas medias de liguero con encaje, de color champange, y unos zapatos beige que rodeaban sus tobillos.
Se miraba en el espejo y creía estar soñando, hoy era su día, ese día con el que tantas veces había soñado, mientras se miraba al espejo, su madre se aproximo por detrás y le colocó en el cuello una gargantilla de perlas de rio, quedaba tan fino y elegante.
Su adolescente hermana la miraba embobada, quizás soñando que algún día ella podría vestirse así también.
Tocaron al timbre, era su padre, que abajo le esperaba con la carroza de caballos, si caballos! siempre había pensado que era algo muy cursi, pero en el fondo era tan romática..
Bajaron, y avanzaron por la avenida de ese pequeño pueblo donde tanto había jugado de pequeña, la gente casí toda conocida, la saludaba y piropeaba a su paso, al grito de 'GUAPA'... casí se emociona echando a perder su laborioso maquillaje.
Llegaron a la pequeña hermita, y allí le esperaban dentro todos sus seres querídos..y los más importante...aquella persona con quien hábía decidido pasar el resto de su vida.
entro por la puerta del brazo de su padre, el estaba tan elegante, con su traje azul satinado y una corbata verde kiwi que contrastaba con su tez morena y su canoso pelo.
Su madre también estaba radiante, con un precioso vestido azul cobalto y un chal bordado de color negro que cubria sus hombros.
A su paso por el pasillo de aquella pequeña hermita, veía en los ojos de su madre lagrimas que hacían fuerza por salir, y aunque ella intento retenerlas, rodaron por sus mejillas expontaneamente.
Busco entre la gente de los primeros bancos y también pudo ver a su suegra, que como su madre, también se deshacia entre lagrimas de emoción.
y entonces alzo la vista al fondo, y alli estaba el...
Tan guapo con su traje color crema, y su corbata azul cobalto, con esa mirada que tanto le gustaba, realmente ahí ya no pudo contenerse y entre sonrisas derramó varias lagrimas, se sentía tan feliz, era un momento tan indescriptible con palabras..
El, ese hombre que le hacía tan feliz, ese hombre del cual estaba tan enamorada.. él la miraba emocionado tambíen, seguro que pensaba lo mismo que ella.
Por fin dieron 'el si quiero' y entre fotos, lagrimas, sonrisas, y buenos deseos, salieron por la puerta de aquella pequeña hermita, petalos de rosas, rojos y blancos teñian el cielo y la tierra, caían entre ellos, dejando un pequeño alo aromático a rosa fresca.
Montaron en su carroza de caballos, dos preciosos caballos blancos, el la rodeo con un brazo y beso suavemente su cuello susurrando a su oido lo bella que estaba y lo feliz que era.
Te amo, te amo, te amo....te amo.
