Se sentía tan solo.
Habían momentos de absoluta y dolorosa soledad.
Su teléfono nunca sonaba para preguntarle ¿como estás?
Su agenda estaba vacía, su día a día era siempre igual.
Vivía estancado en sus recuerdos, allí donde una vez fue feliz.
Se recreaba en su memoria, recordando las atenciones de sus padres, como su madre le daba los biberones de cerelales y como le decía que no corriera o se haría daño.
Recuerda las insistencias de su padre recordandole que debía estudiar e incluso como cada cumpleaños muchos se acordaban de él.
Pero ahora ya nadie le decía que andara con cuidado, ya nadie se preocupaba de cuidarle de los peligros, ahora andaba solo por el mundo con su suerte, y la poca experiencia que la vida le había enseñado, consejos básicos de su padre, como, "nunca te pongas a la altura de quien te hiere" o "porque lo hagan los demás tu no debes hacerlo" y cosas así que durante su crecimiento ha ido escuchando en su subconsciente. El cúal le dice que se salga del molde, que viva su vida como desea y que olvide los prototipos. Pero ahora solo hay silencio y muchos caminos por recorrer, ya no están las barandillas por las que un día paseo agarrado, ahora sus caídas eran más fuertes, más dolorosas, ahora nadie le salvaría y no tendría los buenos consejos de los que algún día se preocuparon por el.
Y toda ésta soledad se la provocó a si mismo aislandose del mundo, interiorizando sus sentimientos cada vez más, por esas personas que antes habían sido tan importantes. Había arrancado sus raíces y andaba perdido con ellas a cuestas, probando tierras donde plantarlas y mudandose una y otra vez.
Su castillo, su guarida el lugar donde nada malo podía pasarle, guardaba sus tesoros para contemplarlos en soledad, seguía haciendo la capa que recubría su corazón más y más gruesa, casi impenetrable, ya no quería regalar su amor con tanta intensidad como lo había hecho en el pasado, regaló su tesoro más preciado a quien no lo merecía, así que decidió encerrarse en su mundo y no esperar nada de nadie.
Pero con ellos era diferente, a sus padres los añoraba, sentía dolor por no ser capaz de regalarles un abrazo, un beso un "te quiero", sentía esa horrible coraza que no le dejaba demostrarles su amor, y en cambio se mostraba frio y distante, y eso le hacía sufrir mucho, sufría por no haber besado a su madre quizás en años.
Si, son muchos los que frivolizan con los sentimientos de los demás, son muchos los que no sienten nada ahí dentro que se parezca a humildad o cariño, y es triste, porque solo un enorme egosimo y amor propio es lo que crece dentro de ellos.
Empezaba a perder la esperanza.
Pero no quería perder del todo el cariño de sus padres, a los cuales cada día que pasaba más añoraba.