¿Os habeis fijado alguna vez en la zona de llegadas de un aeropuerto?
Anoche esperaba en el aeropuerto de mi ciudad la llegada de unos familiares, durante ese rato que alli estuve tuve tiempo para analizar el entorno y sentir lo que me rodeaba.
La gente aguardaba silenciosa al otro lado de la barrera, con semblante serio, echaban ojeadas esporadicas a su reloj como comprobando la hora o quizas con algo de desespero.
Mucho silencio, algunos se acercaban por enesima vez a las pantallas que anunciaban las llegadas de los vuelos, como para comprobar que realmente el avion que esperaban realmente habia aterrizado.
En la esquina de la puerta de "llegadas" habia un pequeño mostrador con un vigilante de seguridad que estaba sentado, pense en lo que le habria costado acostumbrarse a estar ahi, ya que estando sentado en su sitio quedaba de cara hacia el monton de gente que alli aguardaba, unos mirando fijamente a la puerta cerrada, otros curioseando lo que miraban los demas.
Entonces se abrio la puerta y comenzaron a llegar los pasajeros, de repente hubieron pequeños revuelos de los familiares de las personas que por la puerta aparecian, me parecio curioso la diferentes reacciones de las personas. Recuerdo que la primera chica que traspaso la puerta, justo al cruzarla y sentir decenas de ojos observandola, todo su rostro se sonrojo de inmediato, para cualquier persona timida debe ser una situacion bastante incomoda.
Habian personas que buscaban con la mirada a las personas que sabian que alli les esperaban, otras tantas solo miraban a su alrededor, pero sin la conviccion de que alli alguien les aguardaba, asi que seguian su camino y salian de las instalaciones.
Por circunstancias de la vida siempre he sido de las personas que traspasan esa puerta y no de las que esperan, y por un momento fue curioso estar al otro lado.
Por un momento imaginas sus historias, unas felices, otras tristes, el motivo de su viaje, vuelta a casa con la familia, solo un fin de semana, los que somos viajeros sentimos esa sensacion de paso que tenemos en todos los sitios a donde vamos, sabemos que tarde o temprano nos iremos, quizas por la sensacion que tenemos de que aun no ha terminado nuestro viaje.
Anoche esperaba en el aeropuerto de mi ciudad la llegada de unos familiares, durante ese rato que alli estuve tuve tiempo para analizar el entorno y sentir lo que me rodeaba.
La gente aguardaba silenciosa al otro lado de la barrera, con semblante serio, echaban ojeadas esporadicas a su reloj como comprobando la hora o quizas con algo de desespero.
Mucho silencio, algunos se acercaban por enesima vez a las pantallas que anunciaban las llegadas de los vuelos, como para comprobar que realmente el avion que esperaban realmente habia aterrizado.
En la esquina de la puerta de "llegadas" habia un pequeño mostrador con un vigilante de seguridad que estaba sentado, pense en lo que le habria costado acostumbrarse a estar ahi, ya que estando sentado en su sitio quedaba de cara hacia el monton de gente que alli aguardaba, unos mirando fijamente a la puerta cerrada, otros curioseando lo que miraban los demas.
Entonces se abrio la puerta y comenzaron a llegar los pasajeros, de repente hubieron pequeños revuelos de los familiares de las personas que por la puerta aparecian, me parecio curioso la diferentes reacciones de las personas. Recuerdo que la primera chica que traspaso la puerta, justo al cruzarla y sentir decenas de ojos observandola, todo su rostro se sonrojo de inmediato, para cualquier persona timida debe ser una situacion bastante incomoda.
Habian personas que buscaban con la mirada a las personas que sabian que alli les esperaban, otras tantas solo miraban a su alrededor, pero sin la conviccion de que alli alguien les aguardaba, asi que seguian su camino y salian de las instalaciones.
Por circunstancias de la vida siempre he sido de las personas que traspasan esa puerta y no de las que esperan, y por un momento fue curioso estar al otro lado.
Por un momento imaginas sus historias, unas felices, otras tristes, el motivo de su viaje, vuelta a casa con la familia, solo un fin de semana, los que somos viajeros sentimos esa sensacion de paso que tenemos en todos los sitios a donde vamos, sabemos que tarde o temprano nos iremos, quizas por la sensacion que tenemos de que aun no ha terminado nuestro viaje.