Apenas puedo leer ni escribir. No puedo concentrarme nisiquiera en leer una revista.
Tengo la mente desbordada, pensamientos apelotonados, robosantes, tensión en las sienes y en las venas de las manos. No puedo poner la mente fria, por que ya está fria. Nisiquiera evadirme ni un segundo. Alerta a cada momento, a cualquier cambio de rumbo, llamada, reclamo.
Me consume por dentro, me agota, me apaga.
No se como hacer para que esto que me hiere no lo haga, ni así ni de ninguna manera. No se como liberarme, de hecho tengo el convencimiento de que no podré hacerlo.
Sería más fácil extirpar ese pensamiento de mi cerebro, pero solo haciendolo literalmente podría servir de algo.
Un año malo puedo pensar. Pero mucho tendrían que cambiar las cosas para que esta situación cambiase.
Siempre he creido poder llegar a ser feliz, de hecho lo he sido, pero ahora las cosas de fuera que me afectan me han arrancado la felicidad y la ilusión desde lo más adentro, así sin más.
Me niego a ser un alma en pena. Me niego a seguir viviendo en el sufrimiento de lo que no puedo cambiar. Me niego a ser arrastrada al borde del precipicio.
Porque me haces esto seas quien quiera que seas que me lo haces. Porque permites que mi exsistencia sea como es cuando yo no he hecho nada para merecerla tal cual. Porque haces que los elementos se revelen y toque mi tendón de aquiles con sus sucias y afiladas uñas que desprender dolor allá donde van. No es justo. Yo me comprometi con mi Karma, y ella me está fallando.
D. A. M. F.