domingo, 6 de abril de 2008

Misterio en el Paraíso


Capítulo II

...Aquel jóven y atractivo chico, con esos profundos y turquesas ojos, permaneció callado, como si un enorme e irrevelable secreto guardara entre sus rosados labios...

Ella permanció mirandole fijamente confiando en que al final conseguiría la respuesta a su pregunta... pero en cambio aquel hombre abandonó apresuradamente el lugar, mirando solo una vez hacia atrás en busca de los ojos de la chica, en los cuales aún permanecía el susto mezclado por aquella curiosidad y misterio del que aquel hombre la había hecho presa.
Intento alcanzarlo por los estrechos callejones de aquella ciudad, pero lo único que consiguió fue perderse y de repente encontrarse en un mercadillo lleno de gente, típico de los domingos en aquella ciudad.

Consiguió volver al hotel donde se hospedaba, pero ocurrió algo muy extraño, alguien había retirado todas sus cosas y anulado la reserva de su habitación, alguien se había hecho pasar por ella!! ¿Pero que es lo que estaba ocurriendo en esa ciudad? Que podría tener yo, una jóven europea, nacida en España y criada en el norte de europa, influenciada por diferentes culturas, se preguntaba.
Cuando lo único que había venido a buscar a ésta remota ciudad era algo diferente, quizás una aventura, pero nada que pudiera resultar peligroso, ella había soñado más con excursiones a lugares remotos, y situaciones espectaculares como tener a un animal salvaje cerca... pero todo ésto era tan extraño, aquel hombre que la seguía y que le logró asustar tanto, ese hombre jóven de ojos turquesas que allí la esperaba para salvarla, para despúes desaparecer sin mayor información.
Ahora se encontraba con el poblema añadido de que alguien se había llevado todas sus cosas, incluido su pasaporte, el cúal guardaban en recepción.
Salió del hotel y se sentó en el rellano del ultimo escalón, el sol brillaba intensamente y el calor se hacía casi insoportable, las gotas de sudor empezaban a gotearle por la frente al mismo tiempo que un enorme estado de ansiedad se apoderaba de ella...
En ese mismo instante, le vió! si era el, el chico misterioso pasaba por la cera de enfrente, haciendo como que no la había visto, como si aquella chica europea de rizado cabello castaño no destacara en aquel desertico paisaje, como esperando una segunda oportunidad para poder responder a aquella pregunta, que ella esa misma mañana le había hecho.
Corrió hacia el, el se paro y se giro lentamente, entonces ella se detuvo, y le pregunto: ¿Quien eres, que es lo que ocurre?
El le respondió: Ellos saben a que has venido aqui, aunque tu todavía no lo sepas, y quieren impedir que cumplas con tu destino.
Ella pensó por un momento que aquello era una terrible pesadilla y que pronto se despertaría en la cama de su casa, recordando aquel sueño como algo increible, pero no, esa era su realidad presente y tenía que asimilar y entender, que era aquello que ese chico le estaba diciendo.
Acompañame le dijo el, seguidamente la cogió de la mano y juntos avanzaron por las rusticas calles de aquella ciudad, pocas casas se mantenian en pie, se veía mucha pobreza, y algunas mujeres que ocultaban sus rostos bajo aquellos velos, andando por la sombra como espectros sin vida, y aquellos niños que jugaban en el suelo con piedras y palos de madera, había un olor fuerte a especies, y por un momento se sintió mareada y aturdida, hasta que todo empezó a darle vueltas y definitivamente caer desmayada.

De lo que ocurrió despúes no recordó nada, solo que despertó en una cómoda cama cubierta de cojines enormes los cuales parecían rellenos de plumas, velos traslucidos en tonos claros colgaban de aquella cama, como salida de un cuento de princesas, y ahí reposaba ella sin saber donde estaba y como había llegado ahí...
Se hacía muchas preguntas, que quiso decir con aquello de que ellos sabía lo que yo buscaba... y como no podía saber ella que era lo que buscaba... no entendía nada y solo deseaba poder aclarar su cabeza y terminar con todo aquello.

Continuará...

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