sábado, 9 de noviembre de 2013

Ineluctable

Me encanta disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Cosas en las que la mayoría de la gente no repara, un atardecer, una canción, la brisa por la ventanilla mientras conduzco, un rayo de sol en la mejilla, hay que aprender a valorar lo que la vida nos da y entender que no viviremos eternamente ni nada nos garantiza tener una segunda oportunidad para hacer algo.

A ratos se me olvida todo lo que he logrado, y me siento incompleta. Luego me doy cuenta de todo lo que he conseguido en todo este tiempo, y en que no hay nada que haya deseado que no haya logrado, eso me da orgullo para seguir adelante, fuerte como una roca, perfeccionadome siempre, mejorando lo que no hago bien y entendiendo el porque a veces soy como soy y me siento como lo hago. Entonces entiendo que es una heridita que llevo dentro, una heritdita muy antigua que siempre ha vivido dentro de mi y me ha impedido evolucionar cuando debia.

Desde luego la vida no es un camino de rosas, es una constante lucha, en el trabajo, en la familia con uno mismo. Una lucha por seguir manteniendo tu equilibrio emocional y familiar, una lucha por mantener tu vida tal como está sin alteraciones. Pero es imposible. No nos dejan.

Aunque a veces hayan cosas que no nos permitan ser felices del todo, cosas que no podemos cambiar, y entonces tenemos que aprender a vivir con ellas. Vivir con la impotencia de no poder cambiarlo. Una penitencia que nos recuerda constantemente que no podemos hacer nada. Pero yo no soy de esas personas que se rinden facilmente, siempre pienso que se puede hacer algo, que siempre hay un plan B, C y.... que las limitaciones solo estan dentro de nuestra cabeza, aprendí a cambiar de mi vocabulario las palabras  "NO PUEDO O NO SE" por "COMO SE HACE" y "YO PUEDO", se han convertido para mi en la única manera de sobrevivir en este a veces dificil viaje, lleno de trampas y desvíos indeseados.