viernes, 21 de marzo de 2008

De niña a mujer



Se sentía aturdida, confundida y desubicada, se incorporó en la cama, buscando ese rayo de sol que por la ventana entraba e imaginaba los verdes campos por los que jugaba hacía tantos años, mientras retiraba su ondulado cabello de su pálido rostro, sentía como sus raíces habían ido siendo arrancadas del lugar donde nacio... poco a poco, día tras día, así sumaron años, en los que al mismo tiempo de ir creciendo y convirtiendose en mujer, se iba desprendiendo de los brazos que la guiaron, y sentía que ese apoyo que siempre había tenido, como un joven árbol que es guiado en su crecimiento... ya no estaba, ahora era mayor y ya no podía ser una niña, aunque en su corazón todavía necesitaba esa atención, ese abrazo especial, que te hace sentir tan segura, donde piensas que jamás podrá ocurrirte nada malo... alzó su cuerpo y se aproximó lentamente a la ventana por la cual asomaba ese nuevo día, que hacía pocos minutos ahí aparecía... miro através de ese grueso vidrio, y perdió su vista entre tantos edificios, pensando en las vidas de tantas personas que alli vivian, gente que como ella, sentía, reía y en ocasiones sufría... se acordó de su inocencia, y de lo rápido que paso su estado de ignorancia, ella que siempre pensaba que todo sabía, una vez creció y el mundo conoció, pero nada más lejos de realidad, aún le quedaba mucho por vivir, sentir, y posiblemente sufrir... recordó la satisfactoria sensación de aquellos años donde pocas preocupaciones tenía, cuando aún no conocía el amor, cuando aún no sabía lo vulnerable que sería ante el, y cuantos errores cometería, así mismo se alegró, de todos y cada uno de ellos, pensó que todo lo que había vivido, había forjado su vida y su caracter, aún cuando sabía que la melancolía muchas veces con ella podía, igual subía fuerte como un cohete, como caía empicada hacia la tierra... Siempre había seguido los latidos de su corazón, el mismo que le había guiado durante su vida... era él el que marcaba los pasos de su destino, y no había sentido común al que hiciera caso... en ese momento, se giró, caminó hacia la puerta y se dio cuenta de donde estaba, por un instante se sintió frágil e insignificante para el mundo... aunque pensandolo mejor recordó palabras que algún día alguien le dijo, sobre lo especial que era... pero ella era tan frágil y a la vez tan fuerte,... dos sentimientos contradictorios con los que luchaba, las ganas de vivir y las ganas de morir...

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