Ese alguien

Allí van, como cazadores furtivos en la oscura noche, en busca de ese >alguien<

buscan desesperadamente miradas entre la gente, una mirada curiosa, complice, interesada.

Buscan unos labios que besar, buscan su otra mitad.

Como almas perdidas, vestidas con sus mejores galas, bañadas en su mejor perfume, con todas las cartas sobre la mesa, la misma partida, la misma estrategia, la misma suerte.

El ambiente es casi asfixiante y según avanza la noche más posibilidades tienen de no conseguir su cometido, quizás algún apaño, pero no aquello con lo que soñaban mientras se ponian sus mejores galas, ese >alguien<>

Cada noche como lobos hambrientos de carne, como labios sedientos, corazones desesperados por ser amados... allí están, esperando ganar la partida entre la noche el alcohol y el aturdimiento.