lunes, 14 de marzo de 2011

A los que acaban, a los que empiezan...


Dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana
Que no hay mal que por bien no venga
Que lo que unos no quieren otros lo desean
Y que como dice mi padre no hay sufrimiento que cien años dure... ni cuerpo que lo aguante!

Humanos dominados por emociones, sentimientos de frustración, euforia, sufrimiento, ilusión, miedo, alegría y un sin fín de emociones que revolotean en nuestro interior, emociones que marcan nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.
La lucha interna de la emoción con la razón.
La tendencia a reparar lo irreparable, la dificultad para ver la realidad.

Es todo tan complejo y sencillo a la vez, que si lo piensas, perdemos demasiado tiempo pensando.
Como cerrar esa puerta y como asomarse a la ventana sin caer por ella.
Como ver si la decisión es correcta, solo el tiempo pone cada sentimiento en su lugar, solo el tiempo te dice si la decisión fue acertada, solo el tiempo curará tus heridas.
Como desvincular tu vida del otro sin sufrir el dolor del desgarro, como superar la sensación de abandono, después de la soledad, la peor sensación que se puede sentir.

La vida sigue dice la gente, lo bueno te espera a la vuelta de la esquina, y si, es cierto.
Cuando ya crees que nunca más, cuando crees que ya el dolor no puede doler más, cuando más solo te sientes, un día de repente florecen las flores del campo, se alargan los días y la primavera te regala un corazón al que amar y ser correspondido.

Si, dicen que no hay dolor que cien años dure ni cuerpo que lo aguante, pero también dicen que si no cierras esa ventana quizás algún día por ella vuelva lo que un día se fue por la puerta: "el amor"...


Se feliz... nadie dijo que el camino sería fácil.

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