martes, 1 de abril de 2008

Misterio en el paraíso


Capítulo I

Corría entre la gente, sentía los latidos de su corazón bombear sangre fuertemente dentro de su pecho, notaba como el sudor aparecía en su frente y goteaba por sus sienes... giraba la cabeza mientras corria, ahí estaba él, le seguía rápidamente como si ella hubiera dejado las huellas de su fugaz paso por allí... justo en ese momento cuando volvió la mirada de nuevo al frente, colisionó contra el carrito de la compra de una mujer, el cual previamente había llenado de fruta, en ese mismo instante sintió que se entrecortaba su respiración y un fuerte dolor se apoderó de su pecho, aún no logra saber como hizo para caer sobre sus dos manos, evitando chocar bruscamente contra el suelo.

Rapidamente volvió a levantarse y correr lejos, lejos de aquel hombre extraño que le perseguía.

Giró una calle y entro en un callejón estrecho por el cual apenas podía correr en línea recta sin chocar con sus paredes, y de pronto unas fuertes manos le agarraron hacía dentro de una puerta y seguidamente fue cerrada, noto como una de esas manos presionaba su boca para evitar que ella gritara, y aterrada miraba a todas partes, era un habitáculo oscuro, pudo observar como colgaban en la pared cruces de madera, y algún antiguo candelabro con velas a medio quemar.

Escucho una voz que provenia de la persona que le sujetaba fuertemente, decía algo así como: " tranquila, no te voy a hacer daño"... en un inglés el cual le costó entender.

En ese mismo instante él le pidió absoluto silencio, y seguidamente se escuchó a alguien que se aproximaba corriendo y se detenía ahí fuera...Ella estaba segura de que era aquel hombre extraño que hacía unos minutos corría tras ella, con un gesto en la cara que no inspiraba mucha confianza...

Aquel hombre se paró allí...podía oir como giraba su cabeza en su busca...y como susurró algo parecido a una maldición en un idioma que ella no logró entender.

Poco a poco se fueron esuchando los pasos de aquel hombre alejarse de aquel lugar, lo más seguro es que dió por perdída su persecución cuando se dió cuenta de que la chica había desaparecido.

Los brazos que hacía unos instantes le habían agarrado fuertemente le soltaron, ella se giró lentamente y pudo ver el rostro del hombre que le había salvado, tendría unos treinta años, era moreno con rasgos pronunciados, y tenía para su asombro los ojos color turquesa más increíbles que jamás había visto, era dificil no detenerse a observarlos lentamente, era algo inusual.

El permaneció callado y mirando a la chica a los ojos, como esperando que ella pronunciase la primera palabra, pero ella se encontraba en un estado de shock por todo lo que había ocurrido, y lo único que pudo decir fue: ¿ Dime, quien es ese hombre que me perseguía? ¿Que es lo que quiere de mi?...


continuará...

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