domingo, 6 de mayo de 2012

La gata enamorada

¿Quien dice que un gato no se puede enamorar de un perro?
Lo sé, mi perro es un tío muy atractivo, nadie puede pasar por su lado sin decirle algún piropo, guapo! Que gracioso! donde vá todo el mundo le regala caricias, besos, a los que el responde con lametones y meneos de cola.
Hay una minima llamada X en mi jardín, es una pequeña cachorra de apenas unos 7 meses, ella es diferente a los demás mininos callejeros, ella siempre viene corriendo cuando bajamos al jardín, 1. a frotarse en mis zapatillas, 2. a frotarse por Tyson, el cual evidentemente queda desconcertado, y no le devuelve unos lametazos, sino más bien cara de alucine...woww! el que nunca ha conocido hembra, y que no sabe como es eso, él olfatea tu trasera en busca de su identidad, pero, debe no encontrarla puesto que sigue con cara de incrédulo.
La minina se tumba y se enrrosca sobre si misma, frotando todo su cuerpo como poseído por un extasis extra terrenal, embriagada por el placer de tener a Tyson frente a ella, lo persigue, lo acosa!
Pero el se limita a mirar extrañado a aquella minina.
Ella es diferente, es cariñosa, es confiada e inocente y encima se enamora de Tyson, y nadie le ha dicho que su retraguardia no huele como debería, y que Tyson no descubrirá su auntentico sentimiento de amor.
Pobre minina.








(Escrito 10/10/2010)

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